"Muchos que quizá no conocen dirán que la natación es un deporte solitario. Los que realidad la practicamos, sabemos que no es así. A lo largo de nuestra vida como deportista, la natación nos deja muchas enseñanzas. No solo cosas buenas, sino también cosas malas. Tiempos que no salieron, marcas que nunca logramos, esfuerzo extremo, descalificaciones en competencias, prueba y error constante. Pero esos pequeños detalles no significan nada al lado de todo lo bueno que nos podemos llevar de la natación hasta el momento en que decidimos retirarnos.
A la hora de hablar de la amistad, el deporte es una de las disciplinas que más saldo a favor nos deja en nuestra vida. Rivales que se convierten en buenos amigos. Compañeros de entrenamientos. Momentos vividos inolvidables. Todo eso paga las miles de horas y kilómetros nadados en toda nuestra carrera.
Años después, miramos atrás y con nostalgia quizá recordemos algunas de estas cosas.
Aunque entrenamos “separados” formamos parte de una gran comunidad. No solo de nadadores, sino entrenadores, familiares, árbitros dirigentes, médicos kinesiologos, nutricionistas y amigos. Muchas veces esta comunidad se extiende más allá de los limites de los andariveles. Los nadadores master saben disfrutar de estos momentos que se comparten fuera de la pileta, durante los viajes, las comidas, los asados y las charlas interminables sobre natación.
Luego de muchos años de haber dejado de competir, podemos ir a algún torneo y seguramente encontremos a algún amigo o un viejo entrenador conocido. Y las nuevas generaciones tal vez son hijos de ex nadadores, donde los apellidos tienen su peso en la historia de la natación Argentina.
Debido al tipo de entrenamiento, la natación es uno de los deportes que más nos desarrolla el sistema cardiovascular. Luego de algunos años de haber dejado de nadar y volver a entrenar, muchos pueden notar que todavía queda algo de “memoria” en el cuerpo. La realidad es que tantos años de entrenamiento de jóvenes, han modificado nuestro cuerpo y nos dejan un plus para el resto de nuestras vidas.
Pasar horas mirando la linea negra del fondo es una practica que nos prepara para lo más duro. La concentración y el nivel de abstracción que logran los nadadores en sus entrenamientos, nos queda incorporado. Haberse levantado temprano durante tantos años, incluso los fines de semana; nos da la capacidad de hacerle frente a cualquier otra rutina de la vida post natación.
Es un deporte que la gente que no lo practica no lo entiende. “Cómo podes estar tantas horas en la pileta?”, “cómo aguantas no hablar con nadie cuando entrenas?”, son algunas de las preguntas que recibimos a veces. Nunca nos van a entender. Solo nosotros podemos disfrutar de ver a unos tipos nadando una final Olímpica por la TV. Siempre que haya una pileta, un lago, o el mar cerca; nuestro orgullo de nadador sale a flote.
Quizá nuestros hijos sean nadadores, quizá no. Aunque eso suceda, solo nosotros somos los responsables de que nuestro deporte crezca. En nuestro país la natación es una de las actividades deportivas más practicadas. Hay piletas por todos lados. Solo nosotros, como nadadores y ex nadadores, podemos lograr que las generaciones futuras puedan vivir y experimentar lo que nosotros nunca vivimos. Como parte de una comunidad… el futuro depende de nosotros."
Que lindo sería volver a eso, extraño los gritos en los torneos. Extraño los viajes. Extraño esto.